La base de partida era un interior de madera sin tratar, así que lo único que tuve que hacer fue pintar la parte superior y las esquinas de blanco para luego empapelar los laterales, el fondo y la base con unos preciosos papeles en tonos rosas.
Para protegerlos, utilicé un poco de cola diluida en agua y con una brocha "pinté" los papeles por encima sin empapar.
También empapelé el interior de la puerta, para que no quedara blanca y darle más alegría aún.
El resultado me encanta, aunque no se ve de primeras, es genial abrir la puerta de la mesilla y encontrarse toda esta explosión de colorido y estampados.
El espacio es perfecto para guardar los libros que leemos antes de dormir y alguno de sus peluches preferidos.
Ya veis que por menos de 30€ y con un poco de tiempo y maña podemos tener una mesilla perfecta y totalmente personalizada para nuestros peques.
De la misma manera podríamos, por ejemplo, personalizar estanterías y cómodas, ¿qué os parece? ¿os animáis?
He utilizado: caja de Leroy Merlin, papeles de Carta Bella, pintura blanca Autentico Chalk Paint.
Qué bonita te ha quedado! Me encanta
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